Intuir la Enfermedad de Coats por una fotografía
Por : Miguel Ángel Hernández Paniagua (Presidente A.F.E.C.E.)
Por desgracia nos encontramos ante una enfermedad silenciosa en un determinado grupo de pacientes, como son aquellos con edades comprendidas entre los 0-5 años, ya que por su propia condición no son capaces de entender ni expresar que no ven correctamente por la pérdida de visión que han empezado a sufrir en uno de los ojos. Esto hace, que se retrase el diagnóstico de esta enfermedad por lo que los daños causados en la retina de estos pacientes suelen ser más agresivos e irreversibles que en el resto de pacientes.
Entonces ¿cómo podríamos saber si nos encontramos ante un posible caso de Enfermedad de Coats? Pues aunque parezca simple, con una sola fotografía que haya usado el flash podríamos intuir que algo no marcha nada bien.
Esta enfermedad consecuencia de la alteración de los vasos sanguíneos de la retina produce unos exudados amarillentos, que al realizar la fotografía con el flash al paciente potenciarán que aparezca ese “ojo enfermo” con una iluminación amarillenta, mientras que el ojo sano, aparecerá con el habitual ojos rojos por la sobrexposición lumínica al flash de la cámara.
Cuando diagnosticaron la enfermedad a nuestro hijo, no podíamos creer que la hubiéramos tenido siempre ahí presente, delante de nosotros, en cada fotografía que le estábamos haciendo, aparecía su ojito dañado, con menos reflejo amarillento a más en la última etapa previa al diagnóstico. Es por ello que queremos enseñar a la gente en general, que no siempre es un error de la cámara fotográfica, sino que podemos estar frente a un grave problema de la retina de esa persona.
Es por ello que os quiero recomendar, que si tenéis algún familiar en el que aparezcan estos reflejos en distintas fotografías, acudáis a un médico especialista lo antes posible para que le haga un estudio y podáis evitar en la medida de los posible los daños tan graves que por ejemplo nuestro hijo Gonzalo ha sufrido.